El gigante del 'coworking' que esta semana ha cancelado indefinidamente su salida a bolsa; se acerca peligrosamente a la bancarrota.
Por dentro todo sigue igual, mejor que nunca, a juzgar por los espacios pero en el exterior ya se oye el crujir del negocio con grietas cada vez mas visibles.
El increíble despegue de WeWork camina de la mano de una estrepitosa caída que muchos podemos ver en tiempo real y junto a su núcleo en Silicon Valley. La compañía anunció oficialmente que cancela su salida a Bolsa. Lo anterior, tan solo unos días antes de que su fundador, Adam Neumann, fuera despedido por el consejo de su propia empresa.
Intentan desesperadamente enderezar el rumbo de un negocio que llegó a un valor estimado de a 47.000 millones de dólares y que ahora solo los mas optimistas sitúan solo en la mitad. Los que saben aseguran que con el ritmo actual de pérdidas WeWork solo puede sobrevivir junio de 2020 a menos de que consigan antes 6.000 millones adicionales.
Lamentablemente la tendencia indica que en 10 meses deberán anunciar la quiebra.
Los nuevos responsables de la compañía, los co-CEOs Artie Minson y Sebastian Gunningham, tienen como principal objetivo evitar el cierre, y probablemente no lo conseguirán a pesar de que están realizando ajustes; por ejemplo una ronda de despidos que se realizará en estos meses (16% de la plantilla, es decir, unas 2.000 personas de las 12.500 que emplean en todo el mundo).
WeWork se convirtió en una mezcla de millonarios conflictos de intereses de Neumann con su empresa, pérdidas insostenibles (por cada dólar que ingresa, la firma pierde dos) y una lista interminable de riesgos adicionales que en el documento de salida a Bolsa.
Sin agua, sin baños y sin aire acondicionado.
En algunas sedes, existen fuertes caídas en la calidad del servicio, sobre todo los seis últimos meses. Los baños están inservibles a media mañana. Antes había varios turnos de limpieza durante el día, ahora solo a primera hora y a la noche. 80-100 personas por planta usando WCs minúsculos. A mitad del día ya no se puede ni entrar.
El agua no fluye constantemente. Lo mismo pasa con el aire acondicionado; pareciera que están recortando costos para reducir pérdidas.
El fundador de WeWork, Adam Neumann, fue despedido recientemente de su puesto de CEO.
Commentaires